El pasado domingo, la comunidad diocesana y religiosa de Murcia lamentó profundamente el fallecimiento del sacerdote diocesano Emilio Riquelme Sánchez. Su deceso ocurrió en la Residencia Hogar de Nazaret de las Hermanas Misioneras de la Sagrada Familia, en Rincón de Seca. Los restos mortales de Emilio Riquelme están siendo velados en el Tanatorio Murcia Centro (Atalayas), y la Misa de exequias, presidida por el obispo de Cartagena, se celebrará esta tarde a las 16:00 horas en la Parroquia Santa Eulalia de Murcia.
Emilio Riquelme nació en Abanilla el 25 de octubre de 1934 y fue bautizado el 30 de octubre de 1935 en la Parroquia San José de su localidad natal. Desde joven, mostró su vocación religiosa, ingresando a los 13 años en el Seminario Menor San José, donde realizó sus estudios de Bachillerato. Posteriormente, continuó su formación en el Seminario Mayor San Fulgencio, donde completó sus estudios de Filosofía y Teología. Fue ordenado sacerdote el 29 de junio de 1960 en la Parroquia San José de Abanilla por Mons. Ramón Sanahuja y Marcé, obispo de Cartagena.
A lo largo de su vida sacerdotal, Emilio Riquelme desempeñó varios cargos pastorales importantes:
- 1960-1961: Coadjutor de la Parroquia La Purísima de Fortuna.
- 1961-1966: Coadjutor de la Parroquia San Juan Bautista de Blanca.
- 1966-1971: Cura ecónomo de la Parroquia San Bartolomé de Ulea.
- 1967-1971: Cura encargado de la Parroquia San Agustín de Ojós.
- 1971-1980: Cura ecónomo de la Parroquia Nuestra Señora de Los Dolores de El Raal (Murcia).
- 1972-1974: Director espiritual en el IES Vega de Alquerías (Murcia).
- 1980-2020: Cooperador de la Parroquia Santa Eulalia de Murcia.
- 1982-1983: Cura encargado en equipo de las parroquias de Nuestra Señora del Rosario de Barinas y San Juan Bautista de Macisvenda (Abanilla).
- 1996-1997: Párroco de La Purísima de Llano de Molina (Molina de Segura).
- 1999-2017: Cura encargado de la Parroquia Nuestra Señora del Rosario de Baños y Mendigo (Murcia).
La muerte de Emilio Riquelme representa una gran pérdida para la comunidad religiosa y para todos aquellos que se vieron enriquecidos por su dedicación, su servicio y su espiritualidad. Su legado como sacerdote y guía espiritual perdurará en la memoria de muchos, y su trabajo pastoral ha dejado una huella imborrable en la diócesis de Murcia.
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